Argumento:
Abigail Carrington parte rumbo a Inglaterra para
casarse con Michael Ingram, a quien ama desde su infancia. Sin embargo, el hombre
que la espera ante el altar es un desconocido, que se apresura a casarse con
ella y después la abandona. Sólo la pasión de sus besos le hace albergar la
esperanza de que el suyo no ha sido un matrimonio de conveniencia.
Por su parte, Michael apenas guarda un vago
recuerdo de aquella niña mimada, y se lamenta de haber aceptado casarse con
ella para poder salvar su patrimonio familiar. Pero por más que se propone
ignorarla, su belleza lo tienta y sus encantos lo envenenan. Michael se
esfuerza por apartarse de ella, hasta que está a punto de perderla. Es entonces
cuando decide recobrar su amor antes de que sea demasiado tarde…
Mi opinión: …
Si bien esta historia no la cuento dentro de mis
favoritas, no es un tedio absoluto. Constantemente, cae en algunos clichés algo
incómodos, y bordea el Mary Sue delicadamente: por ejemplo, la protagonista
tiene los ojos violetas, se lleva bien con todo el mundo y tiene ideales más
liberales a los de la mayoría de las damas de su tiempo (se excusa en haber
sido criada en Estados Unidos y no en Inglaterra). El protagonista también
resulta algo difícil de abordar, no logró enamorarme del todo, y de los
conflictos en la trama, ha de reconocerse que prácticamente no existen: La idea
del comienzo de un tenso matrimonio es seductora, pero finalmente todos acaban
adaptándose a la situación sin complicaciones, y por supuesto, enamorándose. El
buen comienzo lo vale, y no está de más darle una oportunidad para pasar el
tiempo, que últimamente es mucho…
Mi puntuación: 



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