Si cierras los ojos mientras te
digo, “Época victoriana” probablemente tu mente evoque distintas imágenes
de abultados vestidos, entramados tocados y carruajes tirados por caballo. Imaginarás,
quizás, a míster Darcy y Elizabeth en el campo británico, narrados por Jane
Austen. ¿Pero, estamos en lo correcto si decimos que Darcy y Elizabeth
vivieron en la “época victoriana”? Para saberlo, y de paso comprender a que
hace referencia una obra cuando nos dice que se desarrolla en dicha época,
explicaremos brevemente el concepto.
Como fanática de los romances
históricos comencé a ver este concepto con suma frecuencia en las novelas de mi
interés, pero nunca supe exactamente a que apuntaba. Siempre asumí, sin mucho
cuidado, que hacía referencia a los 1800s de Inglaterra, y tras una breve
investigación en Wikipedia, caí en cuenta de que atendía, en realidad, al periodo
de regencia de la Reina Victoria. Cuando comencé a escribir novelas ambientadas
en esta época, me vi en la obligación de excavar más profundo en la
investigación y clarificar el concepto, y es por ello por lo que decidí mostrárselos
hoy.Como punto de partida, entonces,
podemos decir que cuando se habla de EPOCA VICTORIANA, comúnmente se
hace referencia al periodo de tiempo, extenso y cambiante, durante el cual reinó
Victoria I el imponente imperio británico.
De este punto podemos hacer dos
apreciaciones importantes:
1. No hablamos
solo de Inglaterra (o Londres) cuando usamos este término, ya que el
imperio británico bajo el gobierno de la reina Victoria llegó a ser el más
extenso de los imperios europeos, abarcando territorios en la India, África,
América y Asia. De ahí que podamos encontrar, por ejemplo, novelas victorianas
ambientadas en Egipto, la India o China.
2. La Reina
Victoria gobernó durante 64 años (1837-1901), siendo hasta entonces el
gobierno más largo de la historia de Inglaterra. Como vemos, se trata de un
periodo muy extenso, abarcando etapas muy dispares en el desarrollo del
imperio. Así, por ejemplo, cuando la joven Victoria asumió el trono, Inglaterra
era un país rural y agrario, y para cuando ella murió, en cambio, el país se
hallaba altamente industrializado, llegando a estar casi completamente
conectado por la red ferroviaria. También es por ello por lo que podemos
encontrar novelas victorianas en las que los protagonistas no cuentan con luz
eléctrica o telégrafos, mientras que en otras incluso vemos la aparición de
automóviles y teléfonos.
Existía en esta época, también, una gran división social, la sociedad se hallaba marcadamente separada en clases
sociales, con una muy restringida movilidad social, y entre géneros.
Los espacios públicos y privados eran dominados ampliamente por los hombres,
quienes tenían incluso derecho a golpear a sus esposas a modo de reproche. Las
mujeres eran consideradas seres delicados, volubles e impresionables, que
debían ser cuidadas y protegidas por los hombres, quienes se consideraban
series de superior intelecto. Las mujeres, entonces, quedaron relegadas a un
estatus de sometimiento, y encomendadas casi únicamente al cuidado del
hogar y los hijos. El objetivo principal de la educación que recibían era el de
ser casadas. Así, la época victoriana fue una época regida por el hombre rico,
ya que pobres y mujeres poco pudieron disfrutar de los increíbles avances y el
rápido desarrollo que trajo este periodo de la historia. Sin embargo, es también
durante el gobierno de la Reino Victoria que se aprobaron leyes como el
Acta de Propiedad de las Mujeres Casadas (que le permitía administrar sus
bienes y no que estos pasaran a manos de su marido al casarse como se hacía
hasta entonces), la Ley de Divorcio y la posibilidad de que las mujeres conservaran
la tenencia de sus hijos/as tras la separación. También hubo muchas
escritores y artistas consagradas.
Esta época, además, marca una
gran dicotomía moral (la doble moral victoriana), ya que las vidas de los
habitantes del imperio se regían por la férrea moral de la reina, sumamente
estricta y conservadora. Se consideraban repulsivos los vicios de todo tipo (
sexo, juegos, apuestas), la pereza, e inclusive la pobreza, mientras que se
cultivaban virtudes como la castidad, la sencillez y la honra. Todo buen
ciudadano del Imperio debía mostrar ante sus congéneres una conducta recta y
honesta, aunque estas virtudes, en muchos casos, fueran sólo una apariencia. Por
ejemplo, se cuenta que la reina mandó alargar los manteles de palacio para que
cubrieran las patas de la mesa en su totalidad ya que, decía, podían incitar a
los hombres al recordar las piernas de una mujer. Sin embargo, paralelamente a
las estrictas costumbres de la época la prostitución se había convertido en un
negocio que movía millones de libras. El este de Londres albergaba muchos
burdeles, salones de espectáculos y salas de juego, en donde se realizaba la
explotación sexual, el abuso de menores, el juego clandestino y el tráfico de
drogas.
Como vemos, se trata de un periodo
tan extenso en la historia de un país que muestra constantes y variados
cambios, de ahí que nuestras novelas favoritas puedan tratar temas y
ambientes tan dispares, como lo fue la época. En otras entradas ahondaremos en
algunos aspectos de esta época, como la vestimenta, el rol de las mujeres y otros,
pero por ahora esperamos haber clarificado algo el concepto (a mí al menos me
resultó útil, ya que antes de esta pequeña investigación, se me hacía confuso con
otros como la regencia, o la era eduardiana, y me costaba distinguir de que
años y procesos hablábamos).
Volviendo a la pregunta inicial, ahora
que tenemos algo más de antecedentes: ¿Darcy y Elizabeth, de Orgullo y
prejuicio, vivían en la época victoriana? Yo ya tengo mi respuesta, pero espero
las suyas.
¡Nos leemos!





























